Ya ha llegado, y con fuerza, ese momento temido para los pies, ¡es tiempo de sandalias! ¿Tus pies están preparados para el destape? Los míos debo confesar que no. Están secos y con los talones agrietados… Lo sé, mal por mi por no haberlos cuidado todo el invierno, pero parece que cuando empieza la temporada de botas y los escondo debajo de medias y calcetines dejan de existir los pobres.
Así que cuando me enviaron para probar esta crema de Fridol pensé «uff, suerte que no soy la única que está así» (si no, no enviarían crema y nota de prensa…) Mal de muchos, consuelo de todos, ¿no? Debo confesar que prometí probarla en Mayo y ya estamos a principios de Julio y aún no la he probado demasiado, pero bueno… Lo suficiente para hacerme una idea firme :)
Primeras impresiones de Fridol
Tengo que confesaros que cuando vi el bote me pregunté en qué momento se le ocurrió a su diseñador que era una buena idea, supongo que son cosas de haber estudiado Publicidad y la importancia de los packagings. Eso no me ayudó demasiado a decidirme a probarla y lo siguiente que me tiró para atrás fue su olor… Ya sabéis que sobre olores, igual que sobre gustos, no hay nada escrito, pero a mi el olor de esta crema no me convence para nada…
Aún así el otro día se dio toda la casuística para que la probara. Fui a la cama pronto, mis pies los vi fatal, iba a ponerme el anticelulitico de Shiseido y huele fuerte (pero me encanta) y una hidratante de manos de la que tengo pendiente habláros, pero que huele maravillosamente bien a lavanda y pensé que entre tanto olores se disimularía el de la crema de los pies.
Os tengo que decir que la textura no me la imaginaba para nada tan líquida, que no es que se escurra ni nada, pero me la esperaba muchísimo más densa al prometer tantísima hidratación.
Eso sí, ha sido usarla y enamorarme de Fridol.
Me despierto con los pies maravillosamente bien, sin durícias, suaves y sedosos… una maravilla. Pero como todo tiene un pero en este vida… si no la uso a diario, mis pies vuelven a la normalidad :(
Así que estoy esforzándome en usarla cada noche para que mis pies superen la etapa de las sandalias. Y prometo (aunque con la boca pequeña) no volver a dejar que se pongan tan mal como estaban.
Además, hace «poco» leí un post en Trendencias Belleza que no era bueno exfoliarnos los pies porque provocaba efecto rebote y salían más durezas así que estoy intentando reprimir mis instintos y llevarlo con la mayor dignidad posible.
¿Vuestros pies pasan el examen de las sandalias o vais escondiéndolos? Si estáis en el grupo de ir escondiendo pies ya os digo que con esta crema de Fridol en una noche pasaréis del suspenso al aprobado ;)
4 comentarios
Vaya que interesante! Ahora estoy con otras cremas, pero lo tendré en cuenta. También soy de las que se olvida de los pies en invierno, pero la verdad es que esta vez no han sufrido tanto, están muy decentes.
Besos!
Ya me dirás qué tal te ha ido cuándo lo pruebes. La verdad es que a mi me ha sorprendido muy gratamente :)