Si tuviera que elegir una marca de maquillaje tendría un grave problema, pero si tengo que elegir un producto lo tengo claro: los Météorites de Guerlain.

Me enamora su packaging, la textura que tiene, el olor… todo. No lo puedo evitar, siento un amor irracional hacia ellos. Y eso que ya no tienen la polvera recargable que era una maravilla para todos los sentidos, menos para la cartera.

Esta primavera son la estrella, como cada año, de la colección Météorites Blossom. Y ha habido algo en esta colección que me ha llamado más la atención que los Météorites de siempre: los Météorites Bubbles, dos tipos de coloretes en formato crema para aplicarse con los dedos (cosa que adoro… me sale la niña interior y tengo que pringarme). Estos blush tan coquetos ya se han ganado un pedacito de mi corazón.

Natalia Vodianova repite una vez más como imagen de Guerlain y solo puedo decir que hacen dúo increíble.

Junto con los Météorites Bubbles, vienen otros productos como son:

Los météorites clásicos en colores pastel. Es un producto que funciona genial para dar un toque de luz al rostro. El día que no quiero ir muy maquillada, pero quiero tener buena cara son mis mejores aliados.

Añadimos también dos tonos de barra de labios, que vale decir que apenas diferencio entre si (tendré que verlos en directo), pero que tienen un tono coral precioso: el 171 Attrape Coeur y el 144 Insolence. Junto con ellas viene un gloss y una laca de uñas en edición limitada en el mismo tono: purpurina con un poquito de verde bautizado como Stardust o polvo de estrella. Para suspirar…

Las nueva paletas de sombras de ojos con el marrón como protagonista, pero casándose con tonos más claros y pastel como el lila, el verde o un nude.

Cerramos la colección Météorites Blossom con la ya mítica brocha en color rosa y blanco para aplicar los météorites y una máscara de pestañas en color café.

¿Sin qué producto no podréis vivir? Yo tengo claro que necesito los Météorites Bubbles de esta colección mágica…