Realmente ya no recuerdo cuanto hace que tengo el exfoliante Sakura de Rituals, creo que lo conseguí con una revista y hacía tiempo que pensaba en hablaros de él, pero al final siempre había otra cosa antes…

Os he comentado más de una vez que mi piel es muy sensible y además hace ya un par de años me diagnosticaron urticaria nerviosa y me quitaron el jabón… así que ya podéis imaginaros qué hicieron con el exfoliante… Con el tiempo, y mucha bondad, mi piel ha ido mejorando y he recuperado productos que había desterrado, como el exfoliante corporal.

En lo referente a exfoliantes, siempre he sido una bruta y me han gustado los exfoliantes cuyo gránulo se nota (o sea, todo lo que no debería usar en mi hipersensible piel). La verdad es que el exfoliante Sakura de Rituals me gusta mucho por su gránulo y su olor…

Exfoliante Sakura Rituals

Yo tengo el botecito pequeño que es de color blanco y es formato tubo con cierre a presión y una pequeña apertura, es decir, tenemos que presionar el tubo para que salga el producto. El tamaño grande es en formato tarro con un tapón de rosca y el producto se coge poniendo dentro las manos. Ya sabéis que soy bastante anti «meter zarpas en los botes» pero tengo que decir que sacar el exfoliante a presión es ciertamente complicado…

El exfoliante Sakura de Rituals me encanta como huele, tiene un suave olor floral muy sutil pero al mismo tiempo muy agradable. Los gránulos son de un tamaño que notas y puedes hacer una exfoliación intensa si lo deseas. La textura es un gel suave y transparente que envuelve los gránulos blancos.

Los japoneses llevan siglos celebrando el rito anual de la caída de las hojas de la flor del cerezo. Estas flores, o Sakura, marcan el despertar de la naturaleza y son un símbolo de la fugacidad de la belleza y de la necesidad de disfrutar de la vida. Nuestra línea Sakura se inspira en esta tradición para que todos los días parezcan un nuevo despertar.

La línea Sakura es mi favorita de las de Rituals por su olor y por su significado. La idea de la fugacidad de la bellez me parece un concepto que todos debemos cultivar. Está muy bien preocuparnos por nuestro aspecto exterior, pero sin olvidar que este es caduco y si el interior está vacío de nada sirve un exterior bonito.