Me he dado cuenta que no os hablo casi nunca de productos capilares y la verdad es que me cuesta explicaros cómo me van… pero hoy vengo a hacer la excepción y a hablar del Damage repairing & rehydrating leave-in treatment de Kiehl’s.
Damage repairing & rehydrating leave-in treatment de Kiehl’s
El Damage repairing & rehydrating leave-in treatment que tiene un nombrecito que se las trae… es un producto de tratamiento de Kiehl’s que descubrí gracias a una muestra de un pedido online.
Kiehl’s lo recomienda para pelo seco, castigado, dañado… vamos, un cabello que esté pidiendo auxilio a gritos. Y, efectivamente, así es mi cabello ahora que lo llevo decolorado a rubia. Y es que una decoloración lo castiga al máximo y hay que cuidarlo en consecuencia.
¿Cómo se usa?
Gracias a su pump es fácil dosificarlo bien. Yo opto por usarlo post ducha con el cabello húmedo, secado mínimamente con la toalla. Uso unos 5 pumps y lo reparto de medios a puntas. He subido el número de pumps desde que estoy rubia, pero hay que tener en cuenta que yo tengo poca cantidad de cabello.
Como su nombre indica, Damage repairing & rehydrating leave-in treatment, es un leave-in o lo que es lo mismo: un producto sin aclarado.
Gracias al Damage repairing & rehydrating leave-in treatment mi pelo se ve más sano, menos castigado. No está tan seco-paja como se pone pasado un tiempo post-peluquería.
Entre sus ingrediente destaca el aceite de moringa, que adoro como huele, pero la verdad es que el Damage repairing & rehydrating leave-in treatment tiene un olor muy neutro. Su textura no es de aceite, pero si que es lo suficientemente líquida como para aplicarlo cómodamente en el cabello.
¿Volveré a comprarlo? Por supuesto, de hecho voy por mi segundo bote. Seguramente lo combine con el aceite de Moroccanoil que probé este verano y me enamoró.
Podéis encontrarlo en la web de Kiehl’s y cuesta 22€.
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