El año pasado compré un anticelulítico, como cada primavera cuando veo que voy tarde a cualquier operación bikini y que no haber hecho nada de gimnasio en todo el año se nota, junto con mi tendencia natural a la retención de líquidos. He ido probando muchos y es un producto en el que no soy nada fiel. Cada primavera pruebo uno a ver si es la panacea (aún no la he encontrado).
Pero el año pasado compré uno que me llamaba muchísimo la atención en sus anuncios en TV y que, como todos, prometía verdaderos milagros y su precio no era desorbitado. Sólo lo usé unos días porque, un poco más, y me gano el destierro de casa por culpa del olor. Bueno.. el producto de la discordia es:
Somatoline Reductor Intensivo Noche 10
Realmente no puedo contaros mucho sobre su eficacia porque no llegué a usarlo 10 noches como su nombre indica noche 10. Después de 3 noches, desistí porque el olor era horrible, yo dejaba de notarlo en un rato, pero era un problema para mi pareja.
Teóricamente a las 10 noches ya se ven los resultados, pero yo no vi demasiados resultados. Sí que es verdad que notaba la piel más tersa y firme como suele pasar con los anticelulíticos, pero no noté diferencia por lo que hace en volumen y celulitis.
El olor realmente era muy intenso, muy químico y muy desagradable para mi.
A favor tengo que decir que la textura era muy agradable. Un color feucho, verde, como de arcilla pero en versión química. No se extendía demasiado bien cosa que obligaba a masajearlo bastante pero, aún así, parecía que mi piel no lo absorbía correctamente.
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